Entre la gloria y la incertidumbre del futuro

Las chicas, dirigidas por Franco Fontana, un referente con amplia trayectoria en el básquet femenino, mostraron carácter y juego colectivo a lo largo de toda la competencia. En su camino al título, Pergamino derrotó 57-51 a San Nicolás, luego superó con autoridad 66-47 a Zárate-Campana, y en la gran final selló la consagración con un contundente 58-38 frente a Chivilcoy.
El logro cobra un valor aún más especial porque se trata de la primera vez en la historia que un equipo femenino de la ciudad consigue levantar este título.
Sin embargo, este éxito deportivo se produce en un contexto difícil. El básquet femenino en Pergamino atraviesa una crisis profunda: la falta de identidad, el escaso apoyo y la poca visibilidad han llevado a que hoy su futuro sea incierto, al punto de hablarse de una posible desaparición de la disciplina a nivel local.
El triunfo de este grupo de jóvenes deportistas debería funcionar como un mensaje de esperanza y una llamada de atención: el talento existe, los resultados se pueden lograr, pero sin políticas de fomento y un acompañamiento real, el básquet femenino corre riesgo de perderse en el tiempo.